Las profesiones ligadas a la tecnología, duplicarán la demanda de expertos en 2022, hasta los 2,4 millones.

Los ciudadanos de los países más industrializados y emergentes del mundo (G-20) necesitarán 101 jornadas de formación adicional para ser empleables en 2022. Es el horizonte marcado por The World Economic Forum y que recoge en su informe «Cinco cosas que hay que saber acerca del trabajo del futuro». Este organismo internacional nos recuerda la necesidad de mantener un aprendizaje permanente («lifelong learning»), porque como advierte, las habilidades requeridas por las empresas no serán las mismas que ahora. En particular, en 2022, el 42% de éstas cambiarán y destacará la demanda creciente de perfiles tecnológicos. Dependiendo de la industria y la geografía, es probable que entre la mitad y dos tercios de las empresas recurran a contratistas externos, personal temporal y trabajadores independientes para abordar sus brechas de habilidades. Sin embargo, éstas habilidades serán solo una parte de la ecuación. Las humanas como la creatividad, la originalidad y la iniciativa, el pensamiento crítico, la persuasión y la negociación también mantendrán o aumentarán su valor, al igual que la atención al detalle, la resistencia, la flexibilidad y la resolución de problemas complejos.

Se prevé que durante la próxima década habrá trabajos completamente nuevos o los actuales experimentarán transformaciones significativas en términos de contenido y habilidades sociales. De hecho, la cuarta revolución industrial (la digital) podría llevar a la creación de 133 millones de nuevos empleos y a la destrucción de 75 millones en el periodo 2018-2022. Silvia Leal, experta en transformación digital, aconseja «no perder este tren porque, si no, la crisis del empleo podría ser mucho mayor de lo que jamás hubiéramos pensado». No cree que los españoles seamos plenamente conscientes de este hecho. «Es la principal debilidad que tenemos. Ante la revolución digital, nos faltan profesionales y aunque nos suponga un esfuerzo hay que entender la formación como una prioridad». Para finales de 2020, 78 de cada 10.000 oportunidades de empleo se concentrarán en las áreas relacionadas con el análisis de datos, la inteligencia artificial (AI), desarrollo de productos, ventas, marketing y contenidos, salud y en el área cultural, según un estudio de Linkedln, Burning Glass Technologies y Coursera. Para el año 2022, se espera que esta participación aumente a 100 de cada 10.000 oportunidades de empleo. Asimismo, de las profesiones emergentes (ligadas a la tecnología), surgirán 6,1 millones oportunidades a nivel mundial entre 2020-2022. Si las tendencias actuales de crecimiento se mantienen, éstas profesiones proporcionarán 1,7 millones de nuevos empleos en 2020, y esta cifra verá un aumento significativo del 51%, a 2,4 millones de oportunidades para 2022, por lo que, como dice Leal, “tenemos que subirnos a ese tren”.

«Ante la revolución digital nos faltan profesionales y, aunque nos cueste, hay que entender la formación como una prioridad. «
The World Economic Forum, destaca en su informe que, durante los próximos tres años, el 37% de las ofertas de trabajo se darán en la economía del cuidado (salud), el 17% en el área de ventas, marketing y contenidos, el 16% en datos e IA (Inteligencia artificial), el 12% en ingeniería y computación y el 8% en el área de gente y cultura. Otras habilidades que destacarán serán las comerciales, industriales especializadas y generales, habilidades blandas, básicas y habilidades disruptivas tecnológicas. También habilidades de marketing, gestión de proyectos, presupuestos y desarrollo de negocios. Otras, como documentación en la nube, computación, vídeo, ventas y oncología de radiación.

Y es que el mundo cambia y nosotros debemos cambiar con él. El COVID-19 ha hecho aflorar nuevas demandas de habilidades como, por ejemplo, saber dirigir equipos en remoto o trabajar por objetivos. «Necesitamos formarnos en nuevas tecnologías que nos faciliten el trabajo o en habilidades que nos permitan lograr los mejores resultados de los equipos. Hay muchos campos de conocimiento que son necesarios. La época de las tres fases de: estudio, trabajo y jubilación ya ha pasado. Nos está tocando vivir una vida de al menos 5 fases: estudio, trabajo, estudio y cambio de carrera, trabajo y me jubilo. Y a la generación de nuestros hijos les tocará vivir una vida de muchas más fases, donde periódicamente tendrán que formarse y trabajar», señala Maite Aranzabal, profesora del Instituto de Empresa y de ISEM.

Ejemplo de éxito de la formación
Miriam Barajas, es el ejemplo de alguien que apostó por seguir formándose y ha conseguido volver al mercado laboral. Licenciada en turismo, dejó su trabajo para cuidar de sus cuatro hijos y después de siete años se hizo un curso gratuito de desarrollo de aplicaciones web con Java, que nada tenía que ver con su anterior profesión. «Tuve varias entrevistas de trabajo en poco tiempo. Luego me hice otro curso en tecnología CRM de Salesforce y ahora estoy trabajando en Ticmind». Según un estudio de Linkedln, se calcula que más de 150.000 empresas necesitan esta tecnología y a profesionales que la controlen. Fernando Andrés, CEO de Cloud Coachers, apunta que, “estar digitalizado te prepara mejor para una situación como ésta. Muchas empresas han aprovechado esta situación para formar a sus empleados”.

Tanto reglada como no, Internet nos ofrece infinidad de cursos gratuitos y de pago para seguir formándonos. «Los MOOCs son una herramienta maravillosa. El problema es que muchos son gratuitos y otros tienen un coste tan bajo que lo fácil es creer que son de baja calidad. Sin embargo, hay que pensar que se trata de una herramienta con la que, las universidades y escuelas de negocio, tratan de ganar reputación. Además, los reclutadores valoran muchísimo estos cursos porque muchas personas los empiezan y pocos acaban» dice Leal.

Conocernos mejor.
Lo que hayamos hecho durante el confinamiento será también clave para conocer mejor a un directivo. «Es un periodo de tiempo que esperemos que sea corto, pero desde luego muy intenso y por tanto pondrá en evidencia su forma de ser, su forma de actuar. Los directivos han tenido que tomar grandes decisiones desde el minuto cero, contando con muy poca información y en muchos casos de forma drástica y con impacto en los equipos de colaboradores. Y todo ello realizado la mayor parte de las veces de manera virtual», explica Andrés Fontenla, socio director de Recarte&Fontenla. Añade, que el tiempo de reclusión por el Covid-19, puede ser una excelente ocasión para reforzar áreas de conocimiento que están descuidadas o bien nuevos campos imprescindibles ante la nueva situación que abordamos (e-commerce, telemedicina, automatización, riesgos, etc.).

Desde la óptica de Elisabet Bierge, Partner de Adqualis Executive Search Barcelona, las empresas están centradas, no tanto en el personal que podrán necesitar en un futuro, sino en la capacidad de adaptación de sus actuales empleados. «La formación y actualización es vital para que los procesos de transformación digital en los que están sumergidas las empresas puedan llevarse a cabo. Y aún más en el caso de los directivos, donde su actualización juega un papel clave en su misión de liderar la compañía en los procesos de transformación y de adaptación a un entorno rápido y cambiante». Señala que la formación necesaria que se está solicitando actualmente, sobre todo a los directivos, es la que está relacionada con la globalización, digitalización, idiomas, adaptación y diversidad.

«La digitalización en las empresas ha avanzado cuatro años en cuatro semanas y lo seguirá haciendo.»

La Comisión Europea, vaticinaba este año, antes del COVID-19, dificultades para contratar expertos TIC (Tecnologías de la información), con unas 750.000 vacantes sin cubrir en este ámbito y 900.000 vacantes en programación. Profesiones con un salario medio por encima de los 35.000 euros. “Ante este panorama, el auge tecnológico y digital que estamos viviendo augura un sector tecnológico sin paro. La digitalización de las empresas ha avanzado 4 años en 4 semanas. Y lo seguirá haciendo”, destaca Adriana Botelho, CEO de KeepCoding. “Como siempre, el futuro es incierto. Pero todo apunta a un mercado laboral diferente al que dejamos antes del confinamiento. Seguramente muchas empresas apostarán en mayor medida por el teletrabajo y por el e-commerce. Antes de este confinamiento, menos de un 10% de las compañías en nuestro país permitía el teletrabajo ocasional. Asimismo, la presencia online de pequeños comerciantes en la Red era minoritaria. Sin embargo, ha crecido un 30%, tanto en España como en Italia y Francia, la creación de tiendas online, según datos de Prestashop. Estamos, por tanto, ante la prueba de fuego de la viabilidad y apuesta futura por el trabajo y venta online”, concluye Botelho.

HABILIDADES POR CADA GRUPO PROFESIONAL MÁS DEMANDADAS.

En 2022, el 42% de las habilidades requeridas en el trabajo serán distintas. Destacará la demanda creciente de los perfiles tecnológicos. Sin embargo, estas habilidades serán solo una parte de la ecuación. Las humanas como la creatividad, la originalidad y la iniciativa, el pensamiento crítico, la persuasión y la negociación también mantendrán o aumentarán su valor, al igual que la atención al detalle, la resistencia, la flexibilidad y la resolución de problemas complejos. Según The World Economic Forum, las habilidades por cada grupo profesional más demandadas serán las siguientes:

Marketing y ventas:
-SEO
-Digital Marketing
-Marketing Viral
-Ciencia del bienestar
Gente y cultura:
-Recursos Humanos
-Analítica de personas
-Reclutamiento y contratación de empleados
-Gestión de la remuneración de los empleados
Desarrolladores de productos:
-Gestión de productos digitales: fudamentos modernos
-Métricas de software, protocolo de dedo, desarrollo de software ágil, historia de usuario.
-Plan de proyecto, gestión y planificación ética.
Profesiones verdes:
-Hidráulica
-Geología
-Química
-Protección del medio ambiente
-Análisis de políticas
-Derecho internacional
Ingeniería y computación en la nube:
-Hiperparámetro
-Red neuronal artificial
Data y IA:
-Procesamiento de lenguaje natural