Nos encaminamos hacia un sistema educativo híbrido, en el que los profesores también necesitarán mejorar sus competencias digitales

Colegios, institutos y universidades todavía no saben cómo será el próximo curso escolar. La evolución de la pandemia marcará el cuándo y el cómo: menos alumnos por aula, turnos para acudir al centro, clases online pero también presenciales… Lo que sí parece estar claro es que el uso de las nuevas tecnologías ha venido para quedarse.

Los alumnos no son los únicos que han de adaptarse al nuevo sistema, los profesores también precisan de formación. El último ejemplo, cerca de diez mil docentes de Castilla y León han participado durante los últimos meses en cursos formativos en nuevas tecnologías, programados por la Consejería de Educación. El departamento recuerda que este modelo se ha tenido que implementar como consecuencia de la pandemia y “no sustituirá a uno presencial, pero sí deberá complementarlo” de cara al futuro.

Mayor competencia digital
“En los nuevos escenarios educativos que nos encontramos, donde la separación entre docencia presencial y docencia online se ha acercado y ambas están cada vez más entrecruzadas y sus diferencias quedan difuminadas, el papel docente debe ser más que nunca diseñar experiencias de aprendizaje”, apunta el profesor del Máster Universitario en Tecnologías de la Información y la Comunicación Aplicadas y director del Área de Educación a Educación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Miguel Ángel Suvires.

La figura del docente cambiará. “En un posible sistema educativo híbrido o modalidad e-learning, el profesor cumple principalmente una función de guía más allá de la mera transmisión de contenidos y el alumno se sitúa en el centro del aprendizaje”, expone la responsable de Comunicación Externa de Esneca, Jennifer Ariza.

En esta idea también coincide Suvires: “El alumnado ya no necesita una figura relevante como el profesorado que le trasmita los conocimientos: todos estos contenidos puede encontrarlos en diversas fuentes, a través de internet. El profesorado debe crear contextos de aprendizaje donde el alumnado pueda desarrollar competencias”.
Ante los nuevos retos educativos toca reforzar la competencia digital de los profesores, que tienen que preparar el nuevo curso escolar en apenas unos meses.
“La competencia digital del profesorado debe estar en continua actualización, pero no debe enfocarse al aprendizaje del uso de herramientas que pueden quedarse rápidamente obsoletas y ser sustituidas por otras nuevas. En esta formación, deben desarrollarse dos aspectos claves: las metodologías activas en contextos digitales y el uso de las tecnologías digitales para evaluar”, señalan desde la VIU.

Adaptar metodologías.

Suvires recuerda que “el profesorado digitalmente competente no es experto en la utilización de unas herramientas concretas, sino en adaptar cualquier tecnología o aplicación para poder utilizarlas en la docencia”.
En cambio, en el Máster de Tecnología Educativa de Esneca sí abordan el uso de algunas herramientas. “Profundizamos en la gestión y configuración de plataformas e-learning como Moodle para la creación de contenido, foros, talleres y módulos de comunicación”, dice Ariza.
Otro debate que surge en torno al uso de las nuevas tecnologías es su aplicación, según en qué materias. Para Suvires no hay discusión: “No debe aislarse a ciertos contenidos o ciertas asignaturas, sino que debe destinarse al desarrollo de una competencia digital del alumnado de forma transversal, igual que desarrollamos otras competencias como sintetizar, trabajar en equipo o hablar en público”.

 

Raquel Saez

La  Vanguardia